jueves, 5 de junio de 2008

copiandole al subcomandante

Señores personas:

Tengan en cuenta que estamos en contra y en pro de muchas cosas
No queremos parecer majaderos, pero hay que hacer hincapié, sobre todo últimamente
Que estamos en contra de la miseria, la desesperanza, la tristeza, el enajenamiento, la mecanización, el aburrimiento y la violencia.

Estamos en pro, ósea a favor de la Alegría, la Esperanza, la Igualdad, la Libertad, el Progreso entendido como búsqueda de la Utopía que siempre se aleja, pero que al perseguirla nos deja los exquisitos frutos de las conquistas sociales. Estamos a favor de la Risa y de los Llantos más sinceros, en favor de la Belleza, por muy diferente que sea. Estamos a favor de la Diferencia y del respeto por lo propio, ajeno y colectivo, sin entenderlo solo como material, si no con todo lo que el ser humano pueda nombrar suyo, del otro o de todos.

Nuestra lucha no es contra los policías de fuerzas especiales que desalojan colegios brutalmente y aporrean inocentes en la calle, que nos vigilan constantemente y no escatiman en meritos a la hora de cumplir trabajos represivos.
Nuestra lucha es contra el Odio que impulsa la bajeza humana, y el Odio aparece en todos nosotros, esta presente de forma fría en los políticos que ignoran a su propio pueblo, en los Inspectores que amenazan a los estudiantes, en los estudiantes que solo piensan en destruir sin querer construir nada mejor.

Nuestra lucha es romper los diques que estancan el río de la voluntad del pueblo para llevarse los vicios y complejos de nuestra sociedad.

Nuestra lucha es construir una nueva sociedad, fundar, levantar e inventar nuevas formas para la realidad. Comprendan que no solo somos estudiantes (la camisa y el vestón pueden hacernos difíciles de identificar, tan parecidos a todos los trabajadores de oficina del mundo), somos niños, jóvenes, adolescentes, que heredaran una tierra herida por la contaminación.

Les pedimos que recuerden que la tierra no es suya. El mundo entero solo es un préstamo
Un préstamo del Futuro.
Comprendemos que no existen palacios de Invierno ni Bastillas que demoler. La revolución se hace cada día, en cada momento. Cuando cambiamos el insulto por piropo y la mueca por sonrisa, cuando dividimos el pan para que otro coma más, cuando abrazamos al que llora y reímos con quien ríe.

¡Vamos! Seguro se asustaron cuando dijimos revolución.

La revolución no es mala, no es triste, no es amarga.
La sangre derramada no es revolución, es odio, es reacción y dolor humano.

Les pedimos que se unan a nuestra revolución, que rían, que canten, que crean, que por fin hagamos la revolución en nombre de la bandera más grande y calida que existe.

La bandera del género humano.

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