martes, 9 de octubre de 2007

El soneto para Uribe

Dolor de carne y alma poca cosa
Con la cuerda de un violín derramado
Así es que estoy yo, pulverizado
Una pena que se inflama, me acosa

Dolor de carne muerta desolada
De jazz desafinado y estridente
Dolor de pena grande, insolente
Con mi alma y mis dolores ya violada

Pulido de explosiones y de esquirlas
Pierdo el rumbo en el mar desaforado
Es destino que me tiene devastado

Con mil gotas de sal aniquilado
Perdido y enterrado en el subsuelo
Al encuentro de algún día, un cielo

2 comentarios:

kO dijo...

te sale verso asi como la gente de verdad
uh que loco, hoy mire hacia arriba, y esta ahi , como esperandome un cielo con chips de nubes blaquitas y se mezclo esta visioon con las ramas de algun arbol de walker martinez, jamás habia visto esa calle como la vi ayer, osea hoy.
ahj, me confundo con los dias, como si hace un año fuese mañana, y hoy es anteayer y mañana fuera hoy. wau, wena cabro

Regulus dijo...

o__o