Memento, no Memento

De pronto me di cuenta que me quedan muy pocos días de vacaciones, que no osé salir de Santiago por más de una noche, que mis amigos realmente no llamaron ni insistieron en juntarse conmigo (eso no es del todo cierto, pero bueno, demos ejemplos extremos) y que solo puedo sacar experiencias cortas, fuertes, efimeras y de sabores ambiguos si tengo que recordar este verano.

Pero no me importa, que vengan los meses del otoño y del invierno, que vengan los compañeros nuevos, ya me burlaré de ellos en su momento o hare amistades dependiendo del destino, otro año, y otro, y cambios, muchos cambios.

La adolescencia explota sobre si misma con sus miles de fuegos artificiales de coloridos agridulces
(dije agridulce, shuper, no?)

Entonces, me da igual, porque todo lo que ocurra ocurrira y sera lo mismo, porque antes de morir estabass vivo, antes de despertar estabas durmiendo, y antes de viajar estabas quieto.

Y yo ya me estoy cansando de seguir quieto.


Por lo mismo este verano se justifica a través de la desintoxicacion sentimental, y una (creo) pequeña maduracion de los sentimientos.

Si redundo me golpean.

PD: Escuchen: Es Memento, de Quilapayun, musicalizando un poema de García Lorca, no puse video porque todos los videos estan a capella y sin los instrumentos (discutible, la-voz-es-un-instrumento-tambien) no suena igual, con esa mezcla entre Medieval, Indigena y Celestial, es decir, tan plenamente humana)



Y perdonen que esta entrada no se entienda un carajo.